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Salvador Camarena

29/01/2013 - 12:02 am

Se le descompone el cuadro a Peña Nieto

A punto de cumplirse los primeros 60 días de su mandato, Enrique Peña Nieto ya tiene una fotografía del país que le encomendó el gobierno. Sembrada de cadáveres, Toluca tuvo el fin de semana retenes de la Marina para tratar de contener en algo la violencia que azota al Estado de México. Pobladores de la […]

A punto de cumplirse los primeros 60 días de su mandato, Enrique Peña Nieto ya tiene una fotografía del país que le encomendó el gobierno. Sembrada de cadáveres, Toluca tuvo el fin de semana retenes de la Marina para tratar de contener en algo la violencia que azota al Estado de México. Pobladores de la Montaña de Guerrero han tomado la justicia por propia mano mientras la Federación y el gobernador lucen incapaces de hacerlos deponer las armas: tendrían que garantizarles seguridad, eso que llevan años sin poder brindarles. Por otra parte, Nuevo León padeció en el secuestro colectivo de un grupo de músicos uno de esos incidentes que recuerdan lo lejos que se está de una situación de mínimas condiciones de seguridad; y solo por si hiciera falta mencionarlo en Hidalgo, Chihuahua, Sinaloa y Coahuila hubo múltiples los asesinatos.

Pero el gobierno de Peña Nieto no quiere hablar de lo anterior. Hasta ayer no había habido desmentido oficial a lo dicho por el gobernador de Colima, en el sentido de que había un pacto para hablar menos de las situaciones de violencia. “Hubo un acuerdo (entre la Federación y los estados) donde solamente se va a estar informando de las personas detenidas cuando sea estrictamente necesario”, según cita Reforma al mandatario colimense en nota del 26 de enero.

La existencia de tal pacto no sería una anomalía si atendemos las dos ocasiones en que el subsecretario de Medios de la Secretaría de Gobernación, Eduardo Sánchez, ha salido a hablar del tema de la violencia. La semana pasada, el funcionario dijo que “la información va a ser oportuna, veraz y deberá contener datos duros que nos permitan formar un criterio o un juicio a partir de lo que como ciudadanos se nos proporciona”. En otras palabras, ellos dirán a los ciudadanos lo que creen que estos deban saber.

Busqué la cuenta de Eduardo Sánchez en twitter. @ESanchesHdz lleva 18 mensajes enviados. En uno recomienda la novela Seda, de Baricco (yo también la recomiendo, por cierto). No todo lo que se dice en Twitter es verdad. Pero varias de las comunidades que luego tienen que lanzar alertas sobre la inseguridad lo hacen vía redes sociales. Con menos de 20 mensajes enviados me cuesta trabajo ver al subsecretario Sánchez como alguien que monitorea en Internet lo que se dice de lo que pasa en varias de las regiones ensangrentadas del país. Me queda la esperanza de que como encargado de Medios de Segob casi por definición debe estar ocupado hablando con directivos de medios de comunicación y con periodistas. Así que quizá (es una hipótesis) Eduardo Sánchez ya sabe lo que padecen colegas de Zacatecas, San Luis Potosí, Veracruz, Coahuila, Sinaloa, Michoacán y Tamaulipas, por mencionar algunos estados, para eventualmente informar de la violencia, de esa que él dice que el gobierno nos dará datos dosificados cuando crean conveniente.

Gobernación, según dijo a principios de enero el propio Eduardo Sánchez, será la instancia que informe de la violencia. Al final del sexenio pasado se abusó en Bucareli de mensajes en donde se condenaba estérilmente la violencia. En esta administración tendrán que encontrar un formato que sí funcione, que al tiempo de que informe genere certidumbre. Nadie está pidiendo que regrese el modelo de exhibición de supuestos criminales. Ni que la agenda se sature de un solo tema. Pero dar cortes estadísticos mensuales, si tal cosa fuera el objetivo, tampoco parece buena idea cuando la opinión pública quiere saber en tiempo real qué está pasando en lugares como el Estado de México.

Porque el cambio en la manera de informar es notable. Veamos por ejemplo los comunicados oficiales de algunas dependencias. Revisemos la página en Internet en la Sedena. El 22, el 24 y el 27 de noviembre hubo comunicados de prensa de los mandos territoriales de la Defensa que informaban de eventos en donde los soldados habían “repelido” agresiones armadas. Desde el 1 de diciembre no se habla ya de eso. Lo mismo ocurre con las detenciones, en noviembre varios boletines dan a conocer diversas aprehensiones, desde diciembre solo un comunicado de los cuatro emitidos hasta ayer hablaba de aseguramiento de droga. Cero detenciones. Si ustedes creen que eso es porque ahora Gobernación concentra la información, pues visiten la página de esa dependencia y verán que los comunicados que abundan son en torno a la declaratoria de emergencia (o el fin de la misma) para algunos municipios por cuestiones climáticas.

El problema no está en la abundancia de información sobre la violencia. Está en que la sociedad quiere que el gobierno modere el debate público aportando elementos oportunos para que entre todos tengamos una idea clara sobre lo que está pasando. Por lo pronto, el presidente Peña Nieto ya tiene encima el molesto tema de la inseguridad. Sin embargo el gobierno debe tener siempre en cuenta que para muchas comunidades y ciudadanos la inseguridad no es un tema, así en abstracto, sino una realidad que lacera, de la que les gustaría escuchar hablar claramente al presidente y sus colaboradores.

Salvador Camarena
Es periodista y conductor de radio.

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